domingo, 3 de febrero de 2013

Yo decido

Al próximo que me diga que hay que reinventarse o que hay que marcharse al extranjero (Alemania, China o América del Sur preferiblemente) no sé si voy a poder contenerme. ¿De qué estamos hablando? Ya he dejado muy claro a lo largo de este centenar de entradas que nadie debe tener poder sobre nuestra vida por una razón muy sencilla: es nuestra.
Pero no hay manera de relajarse, nunca se puede bajar la guardia. Continuamente surgen iluminados con la solución a todos los problemas en forma de varita mágica (que, dado el cabreo que tengo, os podéis imaginar lo que les deseo que hagan con la susodicha varita). Si en su día decidí dedicar mi vida al piano, quién tiene la poca vergüenza de venir a decirme en mi cara que como hay crisis lo mejor es dedicarse a otra cosa, reciclarse o lo que sea. A ver si nos enteramos: ésta no es la primera crisis económica que soportamos y la cultura es la que se resiente enseguida ya que no es una necesidad sino 'un lujo'. Pero siempre hay salida y hay mucha gente deseando oír buena música que no dejará que la cosa decaiga.
Acabamos de enterarnos con todas las letras (y números) de que quienes velan por nuestro futuro piensan primero en el suyo y a manos llenas. No sé si en algún momento se les va a caer la cara de vergüenza porque para eso primero hay que tenerla (la vergüenza, que la cara sí la tienen y muy dura). Estos prendas son los que han ido vaciando las arcas del octavo país más rico del mundo, los que han encarecido la vida hasta límites en muchos casos insoportables y los que nos piden sacrificios.
Todos tenemos que enterarnos de lo que está ocurriendo y no ser pasivos. En esto nos va mucho pues está en juego nuestra vida y no es una frase hecha. Insisto en que nuestra vida lo es en tanto que elegimos cómo queremos rellenarla, a qué queremos dedicarla. Porque lo digan unos seres amorales e indignos de nosotros no tenemos que abandonar nuestros sueños y volver a una época sin derechos ni libertades. Nos quieren robar todo y no hablo de dinero.
Ayer toqué otro concierto con mi hija. A sus veintisiete años, que ha vivido viendo a sus padres dedicarse a lo que querían, tiene claro que quiere tocar el violonchelo. Si va a dar clases o no está en el aire, pero no está de brazos cruzados. Ya en 2008 decidió fundar y dirigir una orquesta de cuerda integrada sólo por mujeres, Almaclara. Aunque no es fácil, sigue trabajando para ella sin descanso. Además toca sola esas joyas para el violonchelo que escribió J.S. Bach, las Suites. Y, para no aburrirse, toca conmigo. Pues bien, en el concierto de anoche el público disfrutó de lo lindo, nosotros nos divertimos y nada de lo que ocurría fuera de la sala parecía estar ocurriendo.
Oigo a mi hija y a sus amigos decir que van a ser una generación sin futuro, que se lo están robando. Es la generación mejor preparada, la que menos miedo tiene pues ha crecido en libertad y la que más ganas tiene de comerse el mundo. No podemos dejar, que nos afecta a todos, que los dictadores de siempre, disfrazados de demócratas, nos condenen a vivir sin alegría, sin ilusión, sin derechos, sin sanidad, sin educación, sin justicia, sin techo... Parece que cada ministro se encargara de hacer justo lo contrario de lo que debiera: el de Educación y Cultura encarecerla para que desaparezca, el de Hacienda proteger a los chorizos, el de Justicia dejarla sólo para los ricos, la de Empleo para devaluarlo más, la de Sanidad...
Que se vayan a su casa y disfruten de lo amasado (a la cárcel por lo visto no será) y nos dejen vivir nuestras vidas como nosotros queramos. Y no sólo ya por mi quinta sino por la generación de mi hija, nuestros hijos, el verdadero futuro. Que se reinventen ellos.
Sin miedo: nosotros decidimos..., yo decido.

6 comentarios:

  1. Me recordaste a un amigo muy querido, profesor de química, que durante un largo periodo de su vida en el que estuvo en paro, principalmente por hacer lo que él creía que tenía que hacer, aguantaba a cierta parte de la familia dándole consejos del tipo de "monta una churrasquería". Hicimos unas risas con eso, pero fue una mala época para él. Tienes más razón que un santo Alberto

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    1. Lo peor es que no sólo hablo del paro y sus imaginativas posibles salidas, sino de las condiciones cada vez más difíciles que ponen quienes tienen que buscar soluciones y que, como se demuestra cada día que pasa, son además los que han provocado esta situación y no nos dejan vivir en paz, como queramos y de lo que queramos.
      ¡'Apañaos' estamos!
      Un beso fuerte.

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  2. gracias por recordar tantos sentimientos. y gracias por creer en la cultura y en el arte.

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    1. No pueden quitarnos unos derechos básicos en los que la derecha jamás ha creído. La cultura nos hace libres.
      Muchas gracias por comentar.

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  3. Sobre lo que dices de la generación sin futuro: Hay que intentar generar futuro, sin esperar que estos señores (es un decir) con las manos llenas de sobres y de suciedad, nos vayan a llevar a ningún prado de brotes verdes, como a ellos les gusta decir.
    Animo a todos que el futuro está en nuestras manos y nadie nos lo va a robar por mucho que lo intenten.
    Enhorabuena por el blog

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    1. Justo ésa es la idea, que está en nuestras manos pero como nosotros mismos queramos y no como nos impongan. Si queremos resistirnos a este desastre será con nuestra propia voluntad.
      Muchas gracias por el comentario.

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