domingo, 10 de marzo de 2013

El Club de los Viernes

El miércoles pasado acompañé a Beatriz a la tertulia literaria que dirige, siendo el libro a tratar El club de los viernes, de Kate Jacobs. Como si nada, comenzó a analizar el contenido y a desmenuzar los papeles que desempeñan las ocho mujeres protagonistas: cuanto más la oigo más aprendo y no dejo de admirar su capacidad y su inteligencia.
La continuación de este libro (El club de los viernes se reúne de nuevo) estaba sobre la mesa y lo hojeaba de manera distraída, cuando me llamaron la atención unas introducciones a las distintas partes de la novela que, teniendo el tejido de la lana como nexo, parecían pensadas para este blog. Así que, paso a transcribirlas, que son muy interesantes:

PRINCIPIANTE
El mero hecho de tener delante un patrón no significa que sepas cómo confeccionarlo. Ve paso a paso: no te fijes en la gente cuyas habilidades estén por encima de tu alcance. Cuando eres nueva en alguna cosa -o hace tiempo que no la practicas- puede llegar a resultar extremadamente difícil hacerlo bien. Cada paso en falso se vive como un motivo para abandonar. Envidias a todo aquel que sabe lo que está haciendo. ¿Qué te hace seguir adelante? La convicción de que algún día tú también serás así: elegante; capaz; segura de ti misma; experimentada. Y puedes serlo. Lo único que te hace falta es entusiasmo. Un poco de decisión. Y sentido del humor, eso siempre.

FÁCIL
Se trata sólo de pillarle el truquillo a las cosas. Basta con no forzarlas; tómatelo con calma. Con el tiempo lo entenderás todo. Pero, de momento, sigue intentándolo. Presta atención y evita la tentación de avanzar más de lo que tu nivel te permita. Habla menos. Y escucha más.

INTERMEDIO
Estás mejorando -eres más aguda, ágil  y rápida-, y sin embargo, sabes lo justo para darte cuenta de lo mucho que te queda por aprender todavía. Ahora es cuando ya estás preparada para asumir riesgos. Para calcular hasta dónde quieres llegar.

EXPERTA
Ahora ya sabes lo suficiente como para no tener que limitarte a seguir el patrón de otra persona. O a repetir siempre el tuyo. Puedes romper el patrón. Mejorarlo. Perfeccionarlo. Cambiar el plan. Adaptar e improvisar. Hacer lo que a ti te resulte mejor. Ahora tus habilidades te llevarán dondequiera que desees ir.

Creo que todos hemos experimentado estas etapas, o las estamos pasando. Si nos inculcaran desde pequeños que todo es posible, que todo es más sencillo, que depende de nosotros...
¡Ea, a darle vueltas al tarro!

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