miércoles, 4 de septiembre de 2013

Almaclara (II)

Aunque parezca mentira, y después de tanto trabajo, la gira que la Orquesta de Cámara de Mujeres Almaclara ha realizado durante el mes de agosto ha concluido felizmente.
He sido testigo privilegiado de los ensayos, de la convivencia y de los conciertos. Si ya dije en mi anterior entrada dedicada a ellas que sentía un poco de envidia sana, ahora sólo puedo ratificarme. Es que se lo pasan muy bien y, por supuesto, suenan muy bien.
El programa, dedicado a María Callas, ha sido todo un acierto. La transcripción de cada Aria ha sido de mi hija Beatriz que, como ya apunté, es la directora, con la particularidad que lo hace desde su silla tocando el violonchelo. Parece fácil, lo hace fácil, pero hay mucha concentración y mucha entrega por parte de todas. Ya sabemos que en las orquestas normales, con el director delante de los músicos, se pueden ir añadiendo o recordando los detalles de los ensayos. Con este sistema tiene que estar todo más claro y se necesita que cada intérprete esté pendiente de sí misma y de sus compañeras.
La acogida en cada concierto ha sido abrumadora. Todas las salas se llenaron de público, algo no tan obvio si pensamos que había que pagar la correspondiente entrada. Siempre se ponían en pie para aplaudir y siempre pidieron un bis e incluso dos. Cuando se toca en directo no hay nada garantizado, que al respetable hay que ganárselo. Y que buena parte de las piezas fuesen conocidas sólo servía para poner el listón más alto.
Es impresionante, con la perspectiva de los años, comprobar que de nuestros conservatorios salen chicas tan bien preparadas. No hace tanto que era casi imposible encontrar algún instrumentista de cuerda y, de haberlo, que tocase más que decentemente. Esta orquesta ha tenido un sonido propio exquisito, una afinación perfecta y un ir todas a una que aún me sigue dejando perplejo. Y era complicado porque, como esencia de toda la interpretación, estaba el alma de María Callas, tan única e inimitable.
El último concierto en Sanlúcar de Barrameda tuvo el añadido de emoción del homenaje al pianista José Manuel de Diego, tan buen amigo. Qué mejor que música para un músico. Él lo valoró perfectamente y lo agradeció, señalando que a muchas de las chicas que allí estaban sentadas tocando las reconocía de su paso por el Conservatorio de Sevilla.
En fin, tan contentas han quedado que ya están organizando la siguiente gira para finales de noviembre y otra posterior para marzo de 2014. Para poder estar al tanto de sus movimientos, han creado una página en Facebook en la que, poco a poco, irán subiendo las noticias más recientes, fotos y videos. Os dejo también el enlace para que podáis participar.
Si cuando toquen os pilla cerca no dudéis en asistir. Se aprende mucho y se disfruta mucho. Y, de paso, allí nos vemos.

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